Pequeña y pintoresca cala en la que podremos sumergirnos desde costa, sin necesidad de embarcación. Tomando como referencia la pared de la izquierda atravesamos, a unos -3 metros, un pequeño arco rocoso y continuamos recorriendo las numerosas rocas de gran tamaño que jalonan el recorrido y donde aparecen huecos ocupados por pulpos y algunos crustáceos como el santiaguiño. A medida que nos separamos de la pared el fondo aparece cubierto de posidonia, albergando especies como el pez aguja y la sepia. Al regresar e invertir el rumbo podremos asomarnos a alguna de las grutas que se introducen brevemente en la pared y en las que a veces podemos encontrarnos moradores como el congrio.