A unas seis millas de las Islas Columbretes, en mar abierto, la lava volcánica se ha depositado en el fondo generando un paisaje de cañones rocosos, arcos y cuevas, todo ello envuelto en aguas de absoluta transparencia que acogen una explosiva variedad de fauna como barracudas, dentones e inmensos grupos de sargos y mojarras, mientras que el sustrato se presenta delicadamente cubierto de colorida vegetación.