El emblemático depredador de los fondos rocosos del Mediterráneo
El Epinephelus marginatus, más conocido como mero, es un pez óseo muy robusto, que suele medir metro y medio de longitud y unos 40 kg de peso. Su fisonomía no le permite nadar rápidamente ni largas distancias, por lo que tienen un comportamiento territorial y suelen ser solitarios, aunque también muy curiosos con los buceadores que se aproximan.
Viven en fondos de roca, y normalmente los podemos ver cerca de pequeñas cuevas entre los 8 y los 25 metros de profundidad, donde encuentran su alimento favorito, los pulpos. También cazan otros cefalópodos, peces pequeños y crustáceos. Su coloración es generalmente marrón con manchas blancas a lo largo de todo su cuerpo. Poseen una espinosa aleta dorsal que despliegan cuando se sienten amenazados.
Dónde encontrarlo en la Comunitat Valenciana:
Un buceador paciente podrá fácilmente aproximarse a estos curiosos peces en cualquiera de las tres reservas marinas de la Comunitat Valenciana, ya sea en la Isla de Tabarca, en las Islas Columbretes o en el Cabo de San Antonio. Debido a la sobrepesca el mero es un pez cada vez más escaso en el Mediterráneo. Por ello es fundamental que los buceadores actúen de protectores centinelas y eviten interacciones innecesarias que puedan alterar sus hábitos naturales, haciéndoles demasiado confiados frente al hombre.
Curiosidades:
El mero mediterráneo tiene fuertes mandíbulas que utilizan para extraer a su víctima de su escondrijo y, con los músculos de sus agallas, poder anclarse a las rocas en caso de sentirse en peligro. Su cabeza tiene casi tantos huesos como todo el cuerpo humano.
Los meros también utilizan estos potentes músculos de sus agallas para, en caso de peligro, utilizarlos a modo de ancla y fijarse en el interior de la cueva donde se encuentre, siendo así casi imposible sacarlo de ahí por la fuerza.
Los meros llegan a la madurez a los 5 años, entonces se convierten en hembras y al cabo de unos años se transforman en machos. Normalmente un mero macho posee un harén de unas 15 hembras, y cuando este desaparece, una de las hembras se transforma en macho para así encargarse del grupo.
Cómo diferenciar el mero de otras especies:
Es un fallo común entre los buceadores más noveles el confundir el mero mediterráneo (Epinephelus marginatus) con el falso abadejo (Epinephelus costae), ya que ambos son de la misma familia (Epinephelus) y por ello tienen un aspecto y comportamiento similar y suelen nadar juntos. Los falsos abadejos son más esbeltos e hidrodinámicos pero también son más pequeños y menos agresivos que los meros. Los falsos abadejos presentan bandas difusas doradas o blanquecinas en la parte superior de los flancos, que son bien distintas a las manchas de los meros. Si además lucen una gran mancha amarilla, entonces se trata de un falso abadejo macho en época de reproducción.
En cocina es habitual confundir la carne del mero con la del marrajo y el emperador Luvarus imperialis, llegando a creer que son el mismo pescado, sin embargo son especies muy diferentes: los emperadores son peces de esqueleto óseo, mientras que el del marrajo es cartilaginoso.
Fotos: Vicente Renovell